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Revista Filopóiesis

Nº1_2022. RINGO CRUZ GAMBA

Balada 666



1


Llegué el viernes.

Lo primero que hice fue soltar mis maletas

y pararme de cabeza en la estación.

Insuflé con mi deshidratada goma de mascar,

una estatua de Jesús de Nazaret.

Rezaba para que la gente me diera algo de comer.

Los chicos de la ciudad,

con su airecito canallesco,

se inyectan vaselina.

Fanfarronean siempre su conexión con el barrio Chino.

El doctor muerte

me dio veinte monedas de cobre

por dos litros de sangre...

Perdí la gomita de Bobby.

Ahora hago mis propias reglas,

bailando bajo la lluvia.

Soy una chica que huele a caballo.

La primera noche fue de miedo,

sal en los bolsillos para mantener a raya

a los espíritus.

Cuando dejas atrás el nido,

la mala vibra,

es una película de polvo en los labios.


Gomita, no podía criarte

con la carne molida que llevaba a casa mi vieja.

Hice con sal un pentagrama en la calle,

decidí que los espectros

no me echarán a perder mi búsqueda.

El orgullo de una mujer pobre hace la diferencia.

¡Te levanta! Te da fe.

El orgullo de una mujer pobre

se desvanece cuando elige mal.

Bobby prometía

cosas que no podía cumplir.

Intentó enseñarme el padre nuestro,

con la dignidad de ladroncito,

arrancado y envolviendo la plegaria,

en pequeños cachitos de papel de la biblia.

El sol brilla en las ventanas del autobús

que va a la gran ciudad.



2


La gomita se derretía

en mi bolsa amarilla,

huía del chico de jengibre.

Ya era tarde para retroceder.

Juraste que juntos estaríamos en esto.

El chico de jengibre se ahoga

en su amargo ron de autocompasión.

Yo solo lo abandoné.

Tomé un autobús,

mis sueños eran pelotitas

de aire en la hipodérmica,

me marean los piquetes en la vena.

En invierno las calabazas son agrias.

El chico de jengibre

volvió a su mundo de latas de Zinc,

Yo decidí que el autobús me alejaría

de la fábrica de galletas,

para que me sacaran la gomita del estómago...



3


Descubre que la bolsa de

carne molida que traía mamá,

eran las sobras de los plastos de otros.

Cuando eres niño lo soportas todo.

Bobby era la salida.

Bobby mi primer beso.

Bobby me enseñó la navaja de carne.

No quería ser mecánico como su padre,

deseaba las luces de colores del otro lado del barrio.

Bobby era un chico de fuego

pero no era el fuego.

Deseaba que los caballos

abandonaran la ciudad.

Nunca me entendió.

Me dejó sola en la mesa de cirugía

y el resto fue un sueño de sangre.

Mamá me enseñó el poder de la fe

con la carne molida que se mohodecia

de camino a casa...

¡Me vacié!

Sin estómago para cargar a otros futuros Bobby's.



4


El doctor me dio la fórmula médica.

No pienso gastarme el dinero en antibióticos.

Necesito un boleto de autobús,

necesito estar fuera de aquí.

No me gusta la moda de las chicas avestruz.

No me gusta estar cerca de los Scorpion -boys.

Ya sabes, una chica nunca dice su edad.

Mamá dice: ya es hora que sobrevivas

por ti misma. ¡Trabaja!

Me ha comprado una cartera roja,

la osteoporosis le descalcifica las cintas del vestido.

Bobby es humo.

Estoy sola ahhhhh...

O son los antibióticos

o un boleto que me saque de aquí...

A veces una chica tiene que decidir tantas cosas,

incluso cosas que no pondrían feliz ni a un dios...



5


Balada para dormir a los caballos.

Esta noche está cerca de mi lugar,

veo el autobús,

sale para la gran ciudad.

Lejos de aquí.

Lejos de aquí.

Balada para invocar a los espíritus de los caballos.

El autobús gasta 567 litros de gasolina

a la gran ciudad.

Pienso que vale la pena.

Balada para acariciar a los caballos.

La noche es humo de autobús.

Tengo mis fotografías,

Bobby tiene esa risa de triunfador.

Pero eso ya pasó,

balada para el galope de los caballos.

He dejado atrás mi casa,

busco nuevos caminos.

Balada de los caballos que escapan del cautiverio.



6


Mi pasado quedará en las montañas,

en mi cabeza de tomate, retumba:

balada de los caballos.

Puedes llegar a la ciudad,

conseguir un empleo,

orar para que tu hoja de vida este en la lista de espera.

Tengo el mapa,

mi navaja.

Escuchen bien las instrucciones.

No importa ser un kamikaze,

después de pasar años y años lamiendo

las bolsas de carne molida que traía

del trabajo mamá.



7


Bobby, Bobby

es tan elemental.

Se ha enamorado de una serpiente.

Quiero ayudarlo

pero está hipnotizado.

Esa serpiente es mi hermana,

y yo soy su perdición.

Bobby es un herido cervatillo,

una trampa de oso.

Mi hermana quiere cazarlo.

Le lleva a su madre,

la prueba de embarazo.

Bobby se ha tatuado un avioncito.

Cuando llegue el momento del parto

el subirá al avión.

Baba de serpiente

oxidándole la tercera costilla.

Bobby, Bobby

es un árbol torcido,

dulce fruto para el amor.

Si lo destierro de mi boca,

de seguro no va al parto;

que amarga y dulce sensación,

con la mano nos dice adiós,

en su avioncito de tinta

que se ha tatuado en el corazón.



8


Bobby, Bobby, Bobby...

intenta rescatarme de King Kong.

Bebe la sangre de su ex novia

antes de romper a volar.

El amor siempre ha estado dentro de ti.

Bobby, Bobby, Bobby

es un conejito,

Buda es otro conejito más.

Y eso te ablanda.

No quieres que lo piquen las serpientes

y luchas con tu hermana que desea vengarse.

Quiere rescatarme del sucio King Kong.

y ahora, cómo le dijo que me encanta el gorila.

Bobby se cae del último piso,

Buda lo resucita y abandonó al gorila.

Pero Bobby no me libera.

Me sumo a la venganza de mi hermana.

Bobby, Bobby, Bobby

encadenado al aeropuerto.

Se sale con la suya

y ahora está en el cielo.

por la radio grito: vuelve a tierra,

hay un gomita de azúcar en mi panza que desea ser aviador.

y se estrella en el pecho de King Kong.



9


Le aposté a un caballo que lleva tu nombre.

No rompas mi corazón.

Luto en el gran Derby del amor,

el animal pierde el control en la carrera

y se parte una pata.

Deseas que no te traten como tonto.

Quizás no deberías ser tan genial

y cambiarte el nombre....

Qué te parecería eso

eh ¡Bobby! Eh...

Bobby es un nombre genial

pero en verdad,

él se llamaba John.

Olvida todo lo que te dijo,

porque eso no existe,

él simplemente se llama John.



10


La humedad de la calle

desvanecía el pentagrama de sal.

No dormí en toda la noche.

Todo lo que tengo es la cartera de mi madre,

he olvidado rezar.

¿Cuándo llegaran los caballos al sur?

Hombres como caballos enfermos,

¿necesitan mi cuidado?

caballos que están moribundos

frente a la espumosa hipodérmica.

En un trozo de papel estaban las indicaciones,

del doctor muerte.

Seguí las huellas de los cascos de los caballos

cerca al parque, la policía cazaba a los chirretes nocturnos,

yo solo tenía garabatos en un cuaderno.



11


No puedes reemplazarme

por una gomita de sal.

He traído carne molida del trabajo a casa.

Estaba loco,

cuando te escribí la dirección

del doctor Frankenstein,

en la palma de la mano.

Me dices: Ya no te quiero Bobby.

Mi abuelo fue mecánico

mucho antes que mi padre.

En el otro pueblo.

Aprietatuercas.

En el otro pueblo.

Aprietatuercas.

Al otro lado del pueblo,

se cierra el círculo con manteca de carro.

El Bobby que había en mí,

se fué al carajo,

llena su buchaca con las sobras de carne.



12


No puedes mantenerte como el gran Bobby,

se te cae el cabello,

la máquina del amor ya no funciona al 100%,

ha llegado la hora de abandonar la carrera.

Y piensas en una chica como tú madre,

te asusta cuando le echan sal a la máquina del amor,

algunas veces recuerdas las noches con las chicas cangrejo.

Ocultas bajo la chaqueta los 78 kilos de manteca,

aprietas con una cadena de bicicleta los pantalones.

y buscas a una chica en las noches de cebada,

pero el gran Bobby dentro de ti, ya no existe.

Te conviertes de la noche a la mañana

en un conejo cebón.

Deseas zafarte de todo ello,

la chica cangrejo se convierte en una madre soltera.

Y te largas al otro poblado,

y ya no eres el gran Bobby,

sino un mecánico de 78 kilos de manteca...



13


Un dios pobre.

Cuando había decidido dejar mi fruta en su frutero.

Cuando había dejado de pincharme la vena.

Mi, mi lápiz dejó de escribir.

Mi, mi lápiz dejó de escribir.

Dios he perdido a una mujer,

las cuerdas de la ropa vacías.

Mientras suena en la radio:

Mi, mi lápiz dejó de escribir.

Mi, mi lápiz dejó de escribir.

Grita

Grita

Jesús no era un dios.

Jesús era nuestro hermano

Mientras suena en la radio:

Mi, mi lápiz dejó de escribir

Mi, mi lápiz dejó de escribir

Cuando se la hundía al mundo,

cuando bebíamos vino con el Cesar,

cuando Judas se colgaba,

cuando Pedro me negó tres veces.

Mientras suena en la radio:

Mi, mi lápiz dejó de escribir.

Mi, mi lápiz dejó de escribir

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