RÉQUIEM POR UNA DEFENSORA DE LA PACHA MAMA. JULIA CHUÑIL CATRICURA
- Jose Alberto de la Fuente Arancibia

- hace 3 horas
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Escrito por José Alberto de la Fuente
JULIA CHUÑIL CATRICURA
A los 73 años de vida y por cuidar a su pueblo mapuche,
fue arrancada de su comunidad de Putreguel, secuestrada, desaparecida y quemada en el sur de Chile, región de Los Ríos, comuna de Máfil,
el 8 de noviembre de 2024.

Invocación inicial
Por la Pacha (dimensión y transformación)
por la Mama Quilla (madre luna)
por la Mama Chasca (madre estrella)
por la Pacha Mama (la energía del amor)
por la Jallpa Mama (madre tierra de todos y todas en una sola voz).
El Abya Yala y la humanidad del mundo exigen justicia
No más ecocidios ni crímenes de lesa humanidad
Al pueblo mapuche y a Chile lo sigue quemando la codicia.
José Alberto de la Fuente
(Puerto Varas, 12/10/25)
SI ME PASA ALGO
Con voz acontecida anticipó esta confesión:
“si me llega a pasar algo, ya saben quién fue”.
La golpearon, la ataron y la desaparecieron.
La escondieron moribunda en la selva del terror.
Hasta el día de hoy nada se sabe de los esbirros.
Este crimen ocurre en tiempos democráticos,
en la cultura del conocimiento y las noticias
de la reluciente y lustrosa inteligencia artificial.
Mercaderes que actúan con artimañas para todo
y trapisondas que fabrican mentiras por encargo
Julia Chuñil Catricura, cómo saber dónde estás.
Cuidadora del agua, celadora de sueños y raíces;
madre única y protectora del rocío de la noche,
tú que regalaste pan, luz y calcio a las estrellas.
Qué tanto alarde ‒ dice ‒ la oligarquía del país:
desde que nos propusimos gobernar la historia
ellos son nuestros vasallos de ojos pegajosos
y nosotros la ciencia de la verdad y la justicia.
Sus hijos la buscan, claman por ella en el bosque;
recorren el río, conservan sus huellas en la arena
y recuerdan sus gestos de su voz cuando les dijo:
“si me llega a pasar algo, ya saben quién fue”.
(septiembre de 2025)
NIEVE
Piedras blancas
calles blancas
la escarcha es sangre de lo blanco
Blancas murallas
blancas canas
blancas las cenizas de la muerte
Sábanas blancas
recuerdos blancos
los fusileros ensayan en los blancos
Blancas las mentiras
sucias las páginas del Libro Blanco
piezas blancas inician la partida
Sigue nevando
Árboles blancos
ratones blancos
los fantasmas aparecen de blanco
Blanca la orilla
blanca la harina
blanca la fatiga de la patria
Sigue nevando
Vientos blancos
hábitos blancos
guantes blancos ordenando ejecuciones
Sudores blancos
demonios blancos
dioses, fiscales y cadáveres blancos
Sigue nevando
y como si fuera poco
sigue nevando
En mi despedida
la muerte, la vida,
la felicidad y la agonía
sigue nevando
¿sigue nevando?
sigue nevando sin parar
después de cincuenta años.
(1983)
REQUIEM (escrito
el día que secuestraron a Julia)
Hoy me desperté
al despuntar el alba.
El día promete luminoso,
alegre, cariñoso, fresco.
Me dispuse a la escritura
sin pensar en la muerte.
De pronto me invadió
la decepción y la pena.
Llegó la primera noticia.
Un día más de lo mismo,
la ambición imperialista
SUR DE CHILE
Nacimos para vivir acompañados.
Morimos para irnos sin saber el día.
Basta que la paciencia nos arrebate
el único aliento que regala tristezas.
Quiero olfatearte con cariño de macho
y sembrarte en el bosque de alerces
para que el viento acaricie tus labios.
PETICIÓN
Pido una hora de silencio
por los miles de niños asesinados.
Pido dos horas de silencio
por los miles de madres asesinadas.
Pido diez años de duelo
por los inocentes y los ancianos.
Pido por ti, por mí y el amor
hasta que el tiempo se acabe
y solo nos queden abrazos.
GENOCIDIO ISRAELÍ 2024
Me dices que quieres irte de la tierra,
que deseas bajar o subir a otro planeta.
Que la tierra te provoca miedo y angustia
porque ya no se puede vivir con agrado
rodeada de tantos ladrones, locos y avaros
que la han sembrado de semillas muertas.
Te escucho, amor mío, pero nunca tanto
como los daños sufridos por el genocidio
de ancianos, madres y niños palestinos.
HOMBRE NUEVO
Sobre estas ruinas
sobre estos vestigios
sobre estas fisuras
sobre estas derrotas
sobre estos llantos
sobre estas burlas
sobre mis besos fusilados
sobre tu piel quemada
sobre estas consciencias
sobre estos sueños
en la unidad del pueblo
nacerá la nueva humanidad.
MIEDO DE PÁJAROS NEGROS
Por aquí anduvo la Guerra Fría
y el tercer decenio del tercer milenio.
Por el barrio anda el viejo del saco
con amenazas de llevarse a los niños.
El miedo penetra los sentidos,
nos deja con la lengua atravesada,
las mamás corren a escondernos.
Por aquí andan merodeando ratas
vigilando con sus cascos y fusiles.
En estos días de obediencia ciega
la anormalidad simula normalidad.
Ya no se necesita toque de queda.
Por el cielo vuelan pájaros negros
con motores que no hacen ruido.
LOS DÍAS MÁS AMARGOS…
Por ahí escucho decir
que los días más amargos ya pasaron,
que la peste de los corruptos y bandidos
ya se disipó en las aguas del Pacífico,
que todos esos dolores insurrectos
muy pronto se consumirán en la cloaca.
Han transcurrido cincuenta años y nada
desde que escupieron en mis sueños,
desde que nos llevaron engrillados
y nos pusieron capuchas en la cara
para escuchar al fiscal de la diatriba.
Porque nacimos con la memoria liberada
nadie nos podrá quitarnos la justicia.
Por ahí escuché decir
en boca de bandidos de cuello y corbata
y en boca de disciplinados cuchilleros
que debemos olvidarnos del pasado,
que tenemos que dedicarnos al olvido,
que la historia solo es un cuento largo
que tergiversa la realidad de los hechos.
Por ahí escucho decir
que los días más amargos ya pasaron.
No es así, siguen defendiendo al dictador.
Quieren someternos por cincuenta años más,
quieren dominarnos por los afanes y los días,
quieren quemar los resuellos que nos quedan
en la resistencia del amor y de los libros.
Nos quitaron el pan y nos dieron tormentos,
nos desparramaron en las fosas comunes,
nos echaron a lo más apartado del mundo,
nos desterraron a los fuegos del hielo,
nos dejaron una profunda herida social,
montaron la grotesca operación Colombo,
violaron a las mamás y vendieron a sus hijos,
siguen ocultando a detenidos-desaparecidos.
Las abuelas aún buscan a sus nietos,
muchas de ellas fallecieron en la ignominia
de esas infames caravanas de la muerte…
Nos cocinaron en la sequedad del desierto,
nos hacinaron en los campos de concentración,
pero no pudieron con los cadáveres de rieles
ni con los botones de nácar enterrados en el mar
y menos con los sueños de la cordillera.
Transcurridos cincuenta años de dictadura
los días más amargos siguen ocurriendo.
FINAL
Este no será mi último epigrama,
tal vez uno más entre los muertos.
Probablemente puede ser la vida
en la memoria que nos duele.



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