Eduardo Peralta
¿Recuerdas, tío Sócrates, el tiempo en que enseñabas tu filosofía? Sólo por el placer y la alegría de hacer del hombre un hombre y no un jumento.
¿Recuerdas, tío Sócrates, las mariposas griegas y los ocasos ahora milenarios? ¿Recuerdas, tío Sócrates, las terribles refriegas con los tristes sofistas mercenarios?
Recuerda, tío Sócrates, cómo las almas ciegas de tus discípulos y partidarios se abrían a la luz de alfas y omegas.
Vuelve a las mentes tío, vuelve a este mundo mío, que los Sócrates hoy son necesarios…
Recuerda, tío Sócrates, el tiempo de burlas, críticas e incomprensiones, y la espina de las acusaciones, la envidia y el odio y el veneno…
Recuerda, tío Sócrates, el tribunal de Atenas y ese abucheo bien remunerado?Recuerdas, tío Sócrates, las rabias y las penas de tus palabras ante el vil jurado?
Despierta, tío Sócrates, que tu voz del pasado sea el remedio contra las cadenas que hoy las falsas justicias han forjado…
Vuelve a las mentes tío, vuelve a este mundo mío, como un inmenso sol multiplicado…//
En Columna “Infancia y Sociedad” de Andrea Bárcena, en https://www.jornada.com.mx/2013/09/15/opinion/014o2pol
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