Escrito por Miguel Herrera C.
¿Cuántas veces ha aparecido esa palabra/idea en algún argumento o apelativo poco amistoso? ¡eres un resentido social! se escucha decir. ¿Qué querrá decir esta palabra? ¿a quién nombrará? y la pregunta no es inocente en cuanto en lo personal he sido tachado de tal en algunos lugares y por algunas personas. No es una pregunta inocente porque, ¿qué me quiso decir con eso? ¿será otra categoría sociológica más? ¿Será un diminutivo, un apelativo, un cariñito mal expresado?
Solo desde la experiencia personal puedo darme cuenta que no proviene de estratos sociales exclusivos, sino que permea a toda la colectividad. Más de alguien se ha referido así a otre o ha recibido la insignia o lo conoce de uno u otro modo. Al parecer forma parte de eso que llaman sentido común, no sé si así sea dentro de la denominada cultura popular. Tarea para el lector.
El termino “resentido social” no existe para la RAE y pienso, si los defensores del lenguaje que tanto cacarean con la apertura de la letra "e" como posibilidad de un lenguaje inclusivo, estarán de acuerdo que esta palabra, por lo menos con ese argumento, no podría ser utilizada y por lo tanto no existiría. Pero porfiadamente y más allá de la RAE, la escuchamos decir y parecemos entender algo.
¿Por qué alguien dirá algo así? y sobre todo sin explicar qué quiere decir. Busqué en Google y los artículos que hacían referencia venían todos de lugares de América en donde los conflictos sociales son evidentes y prolongados. ¿Será que es en esos contextos en que hace su aparición esta idea? Personalmente la conozco desde mi niñez de dictadura pinochetista, desde esa niñez de barro y precariedad y de profundo amor a la colectividad. Esa misma colectividad que hoy nos dice que soñar es un error y que cualquier intento de abrir las jaulas del mercado no son más que tontas utopías que la masa no ha permitido nunca.
Re-sentido social dicen los que poseen todo para no serlo. Re-sentido social dicen los que olvidan los sueños antes de despertar y se desperezan al amanecer para acarrear sus cuerpos cansados al centro de exterminio que llaman trabajo. Y humildemente los resentidos seguimos caminando con las penas a cuestas, con los sueños intactos, con la rabia pura de saber que las oportunidades cuando se pierden cuesta mucho volver a tenerlas siquiera cerca de las manos.
¿Qué querrá decir ese mote con el cual nos tildan? ¿Nos recordará ese sentido social exacerbado con el que crecimos algunos, mientras la población le hacía el quite a las balas
de los militares?
Según la academia, la palabra resentido hace relación a una persona que se siente maltratada por la sociedad o la vida en general, por lo que el término resentido social termina siendo una redundancia digna de quien la expresa. Digno de quien cree en la meritocracia y en los sueños de riqueza monetaria sin esfuerzo y llena de trampas y verdades a conveniencia.
¿Seremos los resentidos, los que nos sabemos mal-tratados por las políticas “sociales”, los que estamos equivocados? Quién lo diría, los que trabajamos más de 8 horas diarias para recibir un sueldo que no alcanza a cubrir nuestras necesidades básicas, somos los equivocados. Los que sobrevivimos sin ayudas de ningún tipo, sin becas para estudiar, sin pitutos para encontrar trabajo, sin familia pudiente con negocios que administrar, los que vivimos sin casa propia, sin un futuro claro fuera de la competencia y el desamparo, somos los equivocados, los resentidos, los mal-tratados.
Los mal-tratados somos los que decimos las palabras equivocadas y es la forma "po' mi guacho" me dijo alguien que voluntariamente se permitió dejar mi amistad de lado y yo escucho a mi abuela mientras se lamenta de la vida ingrata que le tocó llevar. Total, de esta vida no hay otra, decía.
(Fotografía: Cristian Zamorano)
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